miércoles, 30 de mayo de 2012

Etopeya o del delineado de personajes

Antes de comenzar quiero introducir la quizá ociosa discusión de si dentro de la etopeya está justificado considerar el delineado físico de los personajes. Si se considera la etopeya solamente como una figura literaria que consiste en la descripción de rasgos psicológicos o morales de una personaje, ésta está plenamente justificada, a reserva de especificar sus procedimientos (como espero que hagamos aquí); sin embargo, tengo que soltar mi ponzoña si se quiere incluir, como a menudo se hace, rasgos físicos dentro de la etopeya. No creo que haya elemento más infructuoso dentro de la construcción de un relato que la descripción física de un personaje. Matizo, la descripción “positiva” de un personaje. Es decir, fuera de querer "delectare" al público (en infinidad de casos de manera fallida, según yo; en otros, los menos aunque sin duda los hay, con gran maestría como en la maravillosa y fresca descripción de la flaca Osorio en "Decencia": La Flaca Osorio tenía los ojos hondos, tristes y asemillados [...] una nariz al mismo tiempo redonda y respingada, toda carácter. ... los huesos fuertes guardados bajo una piel mate que le quedaba a la medida. Olía a panadería... debajo del lóbulo de las orejas y -¿direlo?- entre los pechos. Tenía la boca acanelada y en punta, casi una trompa.... La rosa entre sus piernas sabía francamente a pimienta. Tenía un solo defecto: estaba casada con el teniente coronel David Ignacio Jaramillo...) no veo con claridad qué otro provecho pueda sacarle el autor (ni el lector) a la descripción de un mujer, pongo por caso, de indicar sus "hermosos ojos verdes" o "sus delineadas caderas" o de si "era tetona, tenía las piernas muy delgadas y los ojos azules" como en mi gustado ejemplo bolañiano. El escritor no consigue mucho. Es decir, podría, pero creo que de hecho no lo hace, no aprovecha la descripción física (¿de qué carajos me sirve saber que era tetona Clara si después ese elemento no se emplea, según recuerdo, para nada?) para obtener otra cosa, algo trascendental para la resolución del relato. Este es mi problema: no me es suficiente, no me dice nada a mí, lector, éste u otro rasgo "positivo" o de belleza de un personaje. Soy partícipe, en cambio, del recurso de la identidad o más bien del físico encubierto. Que sea tarea del lector descubrirlo, que le cueste un poco, no que se lo den peladito, que a partir de un detalle ingenioso, semioscuro, él lo desvele. Recuerdo con emoción aquel pasaje de "El jardín de senderos..." donde el protagonista (que por el nombre sabemos que es oriental pero que, al menos a mí, no me pasó por la cabeza imaginármelo con ojos rasgados, simplemente el nombre no me decía nada) al bajar del tren -está buscando la casa del doctor- se encuentra bajo las luces del andén y unos niños que permanecían en la sombra al verlo "uno le interrogó: ¿Usted va a casa del doctor Stephen Albert? Sin aguardar contestación, otro dijo: La casa queda lejos de aquí..." Mucho tiempo me quedé con la duda, ¿Cómo los niños que no conocían al forastero sabían que se dirigía a la casa del doctor? Pues por los ojos rasgados del forastero, y porque el doctor Stephen era sinólogo, y todos en el pueblo lo sabrían supongo... A eso me refiero, a esa clase de "rasgos" físicos, que además ahorran espacio en un cuento. Bueno, pero dejo ya mi debralle, que sirva aunque sea para dar paso ahora sí a la Etopeya... arránquese, Mai. Yo le hago segunda... A continuación expongo algunos consejos (heredados de un taller de escritura de cuento) sobre el delineado de personajes. La idea es cuestionarlos. 1. La ficción nunca es arbitraria: escenarios, acciones y personajes tienen que parecer "reales", pero en realidad siempre tienen que obedecer al orden secreto de la persuasión. 2. El escritor tiene que obligarse a pensar al personaje desde lo CONCRETO, hasta el punto de la DISPERSIÓN, ya que existe la tendencia a enmarcar al personaje en un concepto o idea, lo que lo deja cuadrado, en un estado de abstracción. 3. No es necesario hacer una LARGA DESCRIPCIÓN del personaje, sino elegir bien los elementos que van a caracterizarlo. 4. Los tipos de personaje puede ser: PERSONAJE -------- principal o secundario / / / / / Estático o dinámico PLANO o COMPLEJO 5. HAy que saber cuál es el registro en el que queremos que se muevan nuestros personajes. Hay que conocerlos bien, ofrecerlos intensos y verosímiles. 6. Dentro del cuento, hay que presentar cuanto antes al personaje, desde las primeras líneas.

lunes, 7 de mayo de 2012

Así lo hacía Borgitos...

1. Conozco el principio, el punto de partida, pero no conozco el fin. Tengo que descubrir por mis propios medios que sucede entre A y B.

2. Situarlo en una época lejana, en un lugar lejano.

3. Un objeto mágico, inolvidable. El zahir, el libro de arena, el alef, etc.

4. Lo imaginado proviene de nosotros, por eso siempre la realidad resulta más extraña.

Otros:

Si una oración no tiene un fin preciso el cuento muere, si se añade algo no escencial el cuento muere.(Bashevis Singer)

5 técnicas de Seymour Menton

1. Primera línea, captatio benevolentiae: consición, originalidad y algo inesperado.

2. Unidad (motivos recurrentes).

3. Tono predominante desde el inicio y luego mantenerlo.

4. Vocabulario preciso y único. (preferir lo particular vs lo genera., evitar ir, decir, etc)

5. Cerrar la obra, cerrar el marco, rematar el tema.