domingo, 24 de enero de 2010

Bitácora V

Lugar: Stultifera Navis // Fecha: 08.04.2007 // Ausencias: varias

I. Simetría del procedimiento:

(1) Declamación del “Pabellón del vacío” (Lezama L.) [¡No gesticulamos, ni siquiera en el caso del canguro!]
(2) Lectura de “Eine kaiserliche Botschaft”, “Un mensaje imperial” (Franz K.)
(3) Discusión de “Juego de las decapitaciones” (Lezama L.)
(4) Discusión de “Ein altes Blatt”, “Un papel viejo” (Franz K.)


II. Resumen de la discusión de Lezama:

“Meditábamos frente a los tazones de arroz con leche, olvidados de rociarlos con canela y azúcar…”

Consenso: “Juego de las decapitaciones” constituye un problema que no logramos resolver.
Consuelo de Deleuze:

In einem Buch gibt’s nichts zu verstehen, aber viel dessen man sich bedienen kann. Nichts zu interpretieren und zu bedeuten, aber viel, womit man experimentieren kann. Ein Buch muss mit etwas anderem "Maschine machen", es muss ein kleines Werkzeug für ein Außen sein. Keine Repräsentation der Welt, auch keine Welt als Bedeutungsstruktur. Das Buch ist kein Wurzelbaum, sondern Teil eines Rhizoms. - Deleuze citado en: Falko Blask, Baudrillard (Hamburg: Junius, 1995) S. 129-130
No hay nada que entender en un libro, pero mucho de lo que uno puede servirse. Nada que interpretar y nada a lo que otorgarle sentido, pero mucho con lo que se puede experimentar. Un libro tiene que “hacer máquina” con otra cosa, tiene que ser una pequeña herramienta para un exterior. Ninguna representación del mundo y tampoco un mundo como estructura de significación. El libro no es un árbol con raíces, sino forma parte de un rizoma. (trad. mía)

Convengamos en lo siguiente:

Un análisis del cuento tiene que partir de los siguientes rasgos estructurales, simbólicos y poetológicos:
a) el valor simbólico de los aves: a ciencia absolutamente cierta –por lo demás bachelardiana se estableció que el martín pescador es uno de los pocos aves coloridos que sirven para hacer poesía. ¿Qué función tiene la restante masa ornitológica?¿La mariposa?¿Perros voladores?
b) la función de la pareja mago / emperatriz dentro del juego maquiavélico de los dos emperadores, es decir, la intencionalidad de los emperadores
c) partiendo de lo anterior: analogías estructurales en el cuento: viaje en trineo (vivos/muertos); reiterado juego mágico enfrente de los emperadores, etc.
d) sentido poetológico del oficio del mago: ¿Será una analogía en el tratamiento poetológico de la transformación de la realidad en el cuento?
e) ¿Hay una oposición funcional entre la “vulgaridad” del mago y el mundo “refinado” de la Corte?
f) ¿Hay una écfrasis de los cuadros del Bosco en la descripción págs. 145-6?
g) ¿Cuál es el sentido de hablar de la emisión e interpretación de signos diferenciando en exegetas intra- y extramuros?
h) La mención del anillo y del ave al final del cuento remite al “Patio morado”?
i) Sentido del juego con lo visible y lo invisible en el cuento?

Creo que llegamos a plantearnos estas preguntas. No dimos el paso siguiente e “hicimos máquina” entre texto y algún referente.
Propongo que envejezcamos un poquito más y volvamos al cuento armados con más emperadores de Kafka, Pabellones del vacío, mensajes imperiales y tomando en cuenta la potetología de Lezama Lima.

La pregunta más para entrar al debate del cuento era si se trataba de un esbozo o algo acabado… se mencionó la falta de redondez del cuento.

III. Kafka, “Ein altes Blatt”

Eine Kultur formiert und fixiert sich durch die Marginalisierung dieses selbstkonstruierten Fremden. In einer Geste des Ausschlusses konstituiert und etabliert sie ihre Grenzen. Umgekehrt forciert die Rezentrierung des Marginalisierten im Grotesken ihre Liquidation und Transformation. - Peter Fuß, Das Groteske: Ein Medium des kulturellen Wandels (Köln: Böhlau, 2001) S.14.

Una cultura se forma y consolida a partir de la marginalización de lo ajeno auto-construido. Con un gesto de exclusión se constituye y establece sus fronteras. En sentido inverso, el re-centramiento de lo marginado en lo grotesco fuerza la liquidación y transformación de la cultura. (trad. mía)

Lo que puede mostrar el minicuento de Kafka es cómo opera una deconstrucción; hallamos el proceso angustioso de la construcción de identidad mediante la exclusión. Lo excluido llega a tener las características de lo ominoso freudiano (das Unheimliche), es decir, está propenso a resurgir, como si fuese el doble excluido (en la dinámica de lo mismo que se construye en oposición a lo otro) que de pronto aparece, y amenaza la identidad supuestamente estable. Lo excluido se reinscribe en la “realidad” identitaria del nosotros hablante del cuento: explícitamente se identifica la presencia de lo otro debida a la atracción de lo mismo. El cuento maneja las dicotomías de civilización / barbarie, cultura / naturaleza, limpieza / mugre, la comunicación (lenguaje humano) / el tartamudear bárbaro.
El intento de establecer una comunicación entre los dos polos fracasa: la acción comunicativa de los dos lados se describen dentro de la estética deformante de lo grotesco. En este instante el texto hace coincidir la dicotomía fuerza motriz de la construcción de identidad del nosotros y el binomio se derrumbe en sí mismo.
Resta la reclusión ante la contrainsurgencia de lo otro ejemplificado en la rejas detrás de las cuales se esconde el emperador o el montón de cojines y trapos debajo de los cuales se proteja el narrador. Por cierto: inversión de la topografía binómica de lo salvaje (enjaulable) y lo civilizado (libre).
Posibles referentes con que el cuento podría “hacer máquina”… creo que hay miles.

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